Esta semana hemos dado fin a uno de los proyectos en el que más a gusto nos hemos sentido y que más satisfacción nos ha dado desde que comenzamos nuestra andadura en Digitalde: Desarrollar la presencia en Internet de la Fundación Social Ignacio Ellacuria.
Y es que, a los resultados tangibles como el nuevo sitio web o la presencia en redes sociales como Facebook y Twitter, se une el buen ambiente generado entre todas las partes que componen este proyecto: el equipo de Ellacuria, el nuestro (Digitalde) y las personas que han colaborado con nosotros (Julen Iturbe-Ormaetxe y Asier Etxebeste).
Este proyecto lo comenzamos con una fase 0, es decir, con una reflexión inicial realizada junto al equipo de la Fundación Ellacuria en una sesión sobre lo que supone estar en Internet. De aquella sesión ha pasado ya un año, que se dice pronto.
Durante este tiempo, además de desarrollar la presencia en Internet de la organización, hemos realizado una labor de consultoría, dónde hemos acompañado a las personas de la fundación y les hemos intentado facilitar la tecnología disponible para resolver algunas de las necesidades de su actividad diaria. También les hemos capacitado en el uso de herramientas, a lo que le hemos llamado «coaching tecnológico».
Varias reuniones de gestión de proyecto dieron paso a las sesiones de formación, que comenzamos sobre la importancia de la escucha en Internet, en donde, además de los conceptos teóricos, aprendimos a manejarnos con las búsquedas avanzadas, agregadores RSS o las alertas de google.
Las siguientes sesiones de formación versaron sobre la comunicación y difusión en Internet, adecuándo estas formaciones a la realidad de la actividad que realiza la Fundación Ellacuria como organización social. Aquí tocamos temas como los Blogs y las redes sociales, en dónde hubo que entrar a “quitar miedos” y comentar algunas precauciones que es recomendable tener en cuenta.
Antes de finalizar el año 2013 entramos de lleno a trabajar con herramientas colaborativas y de productividad (wikis, Google Drive, navegadores,…), cuyo uso poco a poco está siendo extendido en la organización.
Con la finalización de esta primera fase del proyecto a finales de enero, observamos la necesidad de continuar con un acompañamiento más individualizado con las personas, e ir creando una metodología para que sea la propia organización la que continúe desarrollando su presencia en Internet sin tener que estar enganchados a nosotras/os. Eso sí, como solemos decir en todos los proyectos en los que participamos, no desaparecemos de la faz de la tierra. Siempre estaremos por aquí dispuestos a echar un cable.
A continuación os dejo algunas de las características que ha tenido este proyecto, y que sin duda han contribuido, a nuestro entender, al buen funcionamiento del mismo:
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Clima de confianza: desde el primer contacto se percibía el buen rollo. Esto ha facilitado muchísimo el trabajo, ya que la relación ha sido muy directa y personal.
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La red nos ha complementado: en cuanto nos pidieron que hiciéramos la propuesta pensamos en qué personas nos podían aportar valor. Todo un acierto contar con el buen hacer e involucración de Asier y Julen.
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Actitud de las personas que han participado: para entrar en Internet hace falta actitud. En este sentido, valoramos muy positivamente la actitud de aprendizaje y mente que han tenido las personas de Ellacuria, a pesar de algunas reticencias iniciales.
- Adaptación a distintos perfiles: además de la formación grupal hemos realizado sesiones individuales, en las que ha sido necesario adaptarnos a los perfiles diferentes de las personas que trabajan en la Fundación.
Por último, decir que son los proyectos como este los que nos dan un chute de energía para continuar. Como dijo Julen en su blog, la Fundación Ellacuria ha emergido de un contrato emocional. Al final, por encima de la tecnología y las organizaciones, están las personas, y son éstas las que determinan en un porcentaje muy alto el resultado del proyecto.